8/3/12

A LA DERIVA
















Vigésima primera exposición individual de Antonio D. Resurrección, continuadora del proyecto "Emergencia" (2006).

Un fulgurante reflejo lumínico habita en cada uno de los elementos que nos rodean, la tradicional fuente de sabiduría tan valorada por siglos de cultura occidental, pureza desmedida no exenta de innumerables trampas y reversos. La cara oculta del sol puede llegar a reflejar menos incógnitas que su parte (más) visible. De esta manera, la esperada revelación es capaz de producir el efecto contrario, un anestesiante halo cegador.
Emergencia es el proyecto que viene desarrollando, desde 2006, una línea discursiva centrada en las estrategias antivisuales y el concepto de no fotografía como argumento ético frente a las propuestas excesivamente centradas en la hipervisibilidad de la representación ("realismo reaccionario"): ejercicios de estilo puramente formalistas, técnicos, faltos de una sustancialidad alarmante. Otro apéndice más de las numerosas manifestaciones sociales que reflejan la vacuidad como signo de los tiempos.
En A la deriva, aquellas preocupaciones artísticas se fusionan, como no podría ser de otra manera, con otras que orillan en la condición humana. Así, la futilidad de la personalidad, de la identidad exclusiva, condicionadas por los ciclos vitales se reflejan en el vídeo Vena Cava, al igual que la glauca desintegración del individuo social y su orientación existencial en Bandera Bianca, los sentimientos perentorios convertidos en ingravidez afectiva en _m_r _st_v_l, o el poder omnímodo del erotismo que conjuga deseo, mirada y conocimiento en Arrebato. Todas ellas resultan ser nuevas ramificaciones del entramado de la serie Emergencia que inciden en el complejo proceso perceptivo, la ambigüedad del conocimiento y el magnético e irrefrenable impulso de lo voluptuoso.

"A la deriva". 02 de marzo / 04 de abril de 2012. La caja habitada. Sevilla




















Antonio D. Resurrección. "Arrebato #1, 2". 100 x 50 cm. 2012

 


















































Antonio D. Resurrección. "Bandera Bianca #1, 2". 50 x 50 cm. 2012


Antonio D. Resurrección. "Vena cava". 7 minutos. Vídeo-color, sonido. 2011/12




























Antonio D. Resurrección. "_m_r _st_v_l". 20 x 20 cm. 2012

31/3/11

ALGUNOS CABOS SUELTOS




















Antonio D. Resurrección. Vista de la exposición. Febrero 2011


Antonio D. Resurrección, artista andaluz, realizará su vigésima
exposición individual en el espacio El Camarote sito en Ciudad Real a
partir del 18 de febrero de 2011, continuando el proyecto El proceso
(2006/11) en el que incorpora instalación, escultura, fotografía y
vídeo, enmarcado bajo el signo de lo antivisual como actitud ética y
la "no-fotografía" como postura estética, con la problemática
sentimental de telón de fondo.

El proceso resulta ser un escenario de tránsito donde las identidades
se integran con el muro hasta desaparecer, en un espacio en el que
quedan difuminados los límites fronterizos entre realidad y ficción.
Es el instante de una fuga, huida hacia delante, sin destino
específico más que el devenir, existencialismo actualizado a las
urgencias y problemáticas del lenguaje visual. La idea de "no lugar"
se mezcla con aquella diáspora encaminada a una desaparición
contextualizada en los márgenes de lo fílmico.

Antonio D. Resurrección
"Algunos Cabos Sueltos"
Sala El Camarote. c/ Lanza, 5. 2ºC. Ciudad Real
Del 18 de febrero al 16 de abril de 2011

Colabora Consejería de Educación Ciencia y Cultura. Castilla-La Mancha

4/4/10

EL PROCESO (la muestra)

El punto de partida de El proceso comienza con Los juegos/ Bajo el agua (Centro Cultural Recoleta. Buenos Aires, agosto 2005) aunque existen series previas, y numerosas piezas realizadas en la década de los noventa, marcadas por preocupaciones argumentales en torno a problemas perceptivos, la relación espectador/ artista y las estrategias estéticas propias de la “antivisión”.
En El proceso podemos encontrar nexos directos con el proyecto La sombra arrojada (2000/01) o las series Mapas de desplazamiento (2002/04) y Circular (2005/06), en cuanto a las interacciones entre individuo y movimiento, pero también en la presencia de paramentos como elementos que determinan las trayectorias, enlazando, a su vez, con los decadentes muros de Poder natural (2004/05).

Los juegos suponía el comienzo de una vía discursiva, presente en Emergencia (2006), que evidencia recurrentes temáticas como son la constatación de los borrosos perfiles de lo que concebimos como realidad y, en general, la problemática de la representación y el cuestionamiento de lo permanente (la única permanencia es la de la desaparición), determinando postulados propios de una iconoclastía reduccionista que defiende la economía de la imagen en tiempos de hipersaturación mediática.

De esta manera, en L_ d_s_p_r_c__n (Los juegos.2005) la realidad, o realidad representada, se extingue (inclusive el título) en el propio espacio de la representación. Es también un evidente homenaje al filme "Blow up" de Michelangelo Antonioni, desdoble del brillante relato del Cortázar más relativista ("Las babas del diablo"). El lenguaje verbal (libro) y la naturaleza (follaje) en un estimulante juego de reflejos especulares, espacios propicios del entre, que derivan hacia la máxima de Jean Luc Godard: en el cine, la imagen de la realidad no es más que la realidad de esa propia imagen.
Por su parte Precipitaciones (Los juegos. 2005) propone una alegoría del encuentro entre ambos mundos (el natural y el artificial). La dificultad de la conversión del mundo natural en registros artificiales, el sueño del saber como forma de dominio (libro), la minusvalía del hecho perceptivo (antifaz), el desencuentro y también la convergencia. Lluvia de colores que no existen, alter ego del desarrollo del conocimiento, nutren a la naturaleza amaestrada (campos de trigos) produciendo cortocircuitos en quien intenta delimitar con nitidez lenguaje y realidad.

El proceso es, con estos precedentes, un escenario de tránsito donde las identidades se integran con el muro hasta desaparecer, en un espacio en el que quedan difuminados los límites fronterizos entre realidad y ficción.
En este sentido los recursos reduccionistas vendrían dados por la falta de definición de los personajes que en otras propuestas se desintegran en puntos (Emergencia. 2006), se fragmentan o quedan sepultados por “muros” visuales evidenciadores del “distanciamiento” de la representación. Así pues, las bandas cinematográficas son los rectángulos suprematistas que nos ocultan parte de una realidad puesta en tela de juicio, donde nuestra imaginación debe dar espacio a la ausencia, determinando las fronteras del lenguaje.

Asistimos entonces a un nuevo relato desintegrador que posibilita la hibridación de mundos aparentemente ajenos. La evidencia de referentes cinematográficos desvela el marco de actuación de estas re-presencias que sintetizan los recorridos vitales de nuestro deambular por ambos territorios, como ocurre con El proceso #8, #5, #3 y #2. Es el instante de una fuga, presente en Algunos cabos sueltos, huida hacia delante, sin destino específico más que el devenir, existencialismo actualizado a las urgencias y problemáticas del lenguaje visual.
La idea de "no lugar" se mezcla con aquella diáspora encaminada a una desaparición contextualizada en los márgenes de lo fílmico. En este correr, tal y como lo concibió Adorno, se escapan las fuerzas desatadas de la vida, una forma de dominio del horror, a través del culto a la velocidad, que simula desligarnos de él, de nosotros mismos.
Similar discurrir (en su más amplia acepción) se proyecta sobre El mar amarillo, donde el imperioso pulso gregario desplaza a la identidad a un punto de fuga impropio; línea discursiva emparejada, desde la perspectiva del idilio, con las construcciones monumentalizadas de Los amantes, en aras de la mitificación de las experiencias sentimentales, símbolos prepotentes y aislantes de una sociedad propensa a objetualizar el deseo y sus consecuencias.
Aquel escenario de tránsito queda, finalmente, codificado, tipificado en Travel is Dangerous #1 y #2, a modo de trayectorias de la deriva emocional del deambular cosmopolita, mediante el frío distanciamiento gráfico de la red estadística, estigmatizado por hitos espectrales que multiplican reflejos, en una miríada de evocaciones nocturnas como disparos luminosos en el firmamento.

El Proceso (la muestra). Museo provincial de Huelva. Diputación de Huelva. 7/25 de abril de 2010

















Antonio D. Resurrección. SERIE EL PROCESO. ALGUNOS CABOS SUELTOS
203 x 152 cm. Fotografía digital láser. 2008













Antonio D. Resurrección. SERIE EL PROCESO. TRAVEL IS DANGEROUS #1
100 x 50 cm. Fotografía digital láser. 2010













Antonio D. Resurrección. SERIE EL PROCESO. TRAVEL IS DANGEROUS #2
100 x 50 cm. Fotografía digital láser. 2010














Antonio D. Resurrección. SERIE EL PROCESO. LOS AMANTES
Medidas variables. Madera, goma, fluorescentes, fotografía. 2010









Antonio D. Resurrección. SERIE EL PROCESO. EL MAR AMARILLO
4:11 minutos. Vídeo color. 2008











Antonio D. Resurrección. SERIE EL PROCESO. Nº8. (BCN.30.05.09)
200 x 80 cm. Fotografía digital láser. 2009











Antonio D. Resurrección. SERIE EL PROCESO. Nº5. (BSA.05.01.07)
200 x 80 cm. Fotografía digital láser. 2007











Antonio D. Resurrección. SERIE EL PROCESO. Nº3. (FRA.19.08.06)
200 x 80 cm. Fotografía digital láser. 2006











Antonio D. Resurrección. SERIE EL PROCESO. Nº2. (COL.17.08.06)
200 x 80 cm. Fotografía digital láser. 2006

29/9/09

CÓMO ES DE LUMINOSA UNA LUZ

Polvo de estrellas

Cómo es de luminosa una luz se concibe a modo de propuesta que ofrece varias lecturas. El tronco principal argumental remite al problema de la representación, bajo el signo de lo antivisual, pero segundas lecturas nos aproximan a la otra imposibilidad, la de la problemática sentimental, o más bien, a la mutua fragmentación y condición inasible de ambos planteamientos, el acercamiento a los terrenos de "lo innombrable", esto es, el dilema de la representación como paradigma del problema de la relación: im
posibilidad de concreción estable.

Aquí podemos recurrir al valor de las estrellas, la duración e intensidad de una fuerza lumínica que no es más que una alegoría de la clari-videncia (lucidez), con las relaciones sentimentales com
o telón de fondo. Quien haya estado (des)enamorado alguna vez habrá de entender el tipo de contenidos abordados en este proyecto. Así el cuánto tiempo quiere decir "para siempre" se asocia indisolublemente con las disquisiciones contemporáneas de la visión y el ceñido laberinto de la representación artística, apelando a la economía de medios, planteamientos reduccionistas, austeros en tiempos de hipersaturación mediática: el riguroso luto de quien contempla la ingesta de imágenes sin apenas masticar...

En Cómo es de luminosa una luz se visualizan piezas exclusivas de la serie Emergencia y su secuela El resplandor: la no-información de Cinema Branco, los rectángulos auráticos en Emergencia #8, 9 o la presencia de la luz en las piezas White Light #2, 9 actúan como barreras que obstaculiza una plena percepción ofreciéndonos relatos cortocircuitados, amputados de su totalidad. Al igual que ocurre con F__g_ c_m_n_ c_nm_g_, donde el tiempo amarillo oculta y revela un desplazamiento inmóvil, así como en la precoz Travis’s travel (1995). Además, podemos contemplar nuevas producciones, M_s _str_ll_s q__ _n _l f_rm_m_nt_ #1, red lacaniana por la que se in-filtran intermitentes halos de luz, breves momentos de esperanza, o Trasvase, una conversión, mutación del trayecto compartido... que continúan la línea discursiva habitual, redundando, a niveles formales, en su vocación multidisciplinar.

Cómo es de luminosa una luz. Galería Arte 21. Córdoba. Octubre 2009
























Antonio D. Resurrección. M_S _STR_LL_S Q__ _N _L F_RM_M_NT_ #1, 2
140 X 70 cm./unidad. Fotografía digital láser. 2009


















Antonio D. Resurrección. F__G_ C_M_N_ C_NM_G_
5 minutos en loop. Vídeo color, sonido. 2008


















Antonio D. Resurrección. Trasvase
Medidas variables. Madera, goma, acrílico, fotografía. 2009










Antonio D. Resurrección. Un cierto leve parpadeo (anamnesis)
220 x 70 cm. Fotografía digital láser. 2009














































Arriba, detalle E: 1/1. Serie Emergencia #8, 9

Antonio D. Resurrección. Serie Emergencia. #8, #9
200 X 100
cm /unidad. Fotografía digital láser. 2009





























































Arriba, detalle E: 1/1

Antonio D. Resurrección. Serie Emergencia. White Light#2, #3
100 x 70 cm/unidad. Fotografía digital láser. 2007


















Antonio D. Resurrección. Serie Emergencia. Cinema Branco
40,5 x 30,5 cm. Fotografía digital láser. 2006





















Antonio D. Resurrección. Serie Pulsaciones. Travis’s Travel
24,5 x 24,5 x 6,2 cm. Imagen digital sobre acetato, madera. 1995